Triduo a San Juan Pablo II

"¡No tengan miedo! ¡Abran de par en par las puertas a Cristo!"

22 de octubre y 2 de abril

Biografía

San Juan Pablo II nació con el nombre de Karol Józef Wojtyla, el 18 de mayo del año 1920 en Wadowice, Polonia.

Karol Wojtyla fue el tercer hijo de Emilia, su madre y de Karol Wojtyla su padre, que era ex-oficial del ejército polaco. De joven fue llamado por sus amigos y familiares como «Lolek».

Su madre era una ferviente católica, y se las arregló para que su hijo naciera cerca de un templo, pues quería que lo primero que su hijo oyera fueran los «cánticos a Dios». Murió en el año 1929 por insuficiencia renal y por una enfermedad cardíaca congénita, cuando Karol tenía 9 años. Cuando él supo la noticia, dijo: «Fue la voluntad de Dios».

Su hermano mayor, Edmund, médico de profesión, conocido también como Mundek, murió en el 1932 por haber contraído la escarlatina de un paciente, a la edad de 26 años. Su hermana Olga, en cambio, murió poco después de nacer en el 1914.

Después de la muerte de su madre, su padre, hombre muy religioso, se empeñó con todas las fuerzas para hacer estudiar a su hijo Karol. Su juventud fue vivida por una intensa relación con la numerosa y viva comunidad hebrea de Wadowice.

Karol en la universidad

En el verano del 1938, Karol Wojtyla, junto a su padre, dejó Wadowise, para transferirse a Cracovia, donde se inscribió a la Universidad Jaguelónica. En su primer año estudió filología, lengua y literatura polaca. También tomó clases particulares de francés.

Trabajó como bibliotecario voluntario, e hizo el adiestramiento militar obligatorio en la legión académica. Al fin del año académico, 1938-1939, personificó el papel de Sagittarius en la obra The Moonlight Cavalier, producida por una compañía teatral experimental. Inició mientras tanto el estudio de lenguas, que lo llevó luego a conocer y hablar 11 idiomas diferentes: polaco, eslovaco, ruso, italiano, francés, español, portugués, alemán, ucraniano e inglés, además del latino clérigo.

La segunda guerra mundial

En septiembre del 1939 Alemania invadió Polonia y la nación fue ocupada, primero por las fuerzas nazis y luego las soviéticas. Al estallido de la segunda guerra mundial, Karol y su padre huyeron de Cracovia hacia el este junto con millares de polacos. Durante la marcha tuvieron que ampararse a veces dentro de fosos para esconderse. Después de haber caminado por 200 kilómetros, supieron de la invasión rusa de Polonia y fueron obligados a volver a Cracovia.

En el mes de noviembre, 184 académicos de la universidad Jaguelónica fueron arrestados y la universidad fue cerrada. Todos los hombres hábiles fueron obligados a trabajar. En el primero año de guerra, Karol trabajó como botones para un restaurante. Este trabajo ligero le permitió continuar los estudios y la carrera teatral, y poner en práctica actos de resistencia cultural. Además intensificó el estudio del francés.

En otoño del 1940, Karol inició un trabajo en las canteras de piedra de Solvay, gracias a su maestra de francés, y luego en una fábrica química, para ganarse la vida y evitar que lo deportaran a Alemania. Aquella empresa producía soda cáustica, particularmente importante en el período bélico. Wojtyla trabajó allí hasta el 1944.

Su padre murió en el 1941, y al año siguiente, Karol entró en el seminario clandestino dirigido por el cardenal Sapieha, arzobispo de Cracovia. El 29 de febrero de 1944, volviendo a casa del trabajo en la cantera, fue arrollado por un camión alemán, perdiendo la conciencia. Estuvo dos semanas en el hospital. Recondujo un trauma craneal agudo, numerosas rozaduras y una herida en el hombro.

En agosto del año 1944 se inició la revuelta de Varsovia y el 6 de agosto, el «lunes negro», la Gestapo, policía secreta nazi, rastrilló la ciudad de Cracovia deportando los jóvenes hombres para evitar una análoga sublevación. Cuando la Gestapo revisó su casa, Karol Wojtyla se escondió detrás de una puerta para así salvarse de la deportación. Después se refugió en la curia arzobispal, dónde se quedó hasta el fin de la guerra. La noche del 17 de enero de 1945, los alemanes abandonaron la ciudad. Los seminaristas restauraron el viejo seminario que había sido reducido a ruinas.

Su vida religiosa

Karol Wojtyla fue ordenado sacerdote el 1 de noviembre del 1946. Enseguida se trasladó a Roma para continuar los estudios teológicos cerca de la Pontificia Universidad Santo Tomás de Aquino, conocida también como Angelicum. En la tesis de doctorado, que tuvo por tema la doctrina de la fe de San Juan de la Cruz, Karol remarcó sobre la personal naturaleza del encuentro entre el hombre y Dios.

Vuelto a Polonia en el verano del 1948, su primera misión pastoral estuvo en el pueblecito de Niegowio, a 25 kilómetros de Cracovia. En marzo de 1949 fue trasladado a la parroquia de San Floriano en Cracovia. Enseñó ética en la universidad Jaguelónica de la ciudad y sucesivamente a la universidad Católica de Lublino. En el año 1958 fue nombrado obispo auxiliar de Cracovia y cuatro años después, asumió la guía de la diócesis.

El 13 de enero del 1964, el papa Pablo VI lo nombró arzobispo de Cracovia.

Como obispo, y luego como arzobispo, Karol, participó en el Concilio Vaticano II, contribuyendo a los documentos para la redacción del Dignitatis Humanae y el Gaudium et Spes, dos de los documentos históricos más importantes e influyentes del concilio. En particular, en septiembre del 1964 intervino en el esquema preparatorio sobre la libertad religiosa, evidenciando que en el texto omitió de decir que «sólo la verdad te vuelve libre». En el año 1965 dio su contribución al esquema preparatorio de la constitución del dogmático Gaudium et Spes, pronunciando el 28 de septiembre un importante discurso en defensa de la antropología personalista.

El 26 de junio de 1967 fue procalmado cardenal de San Cesáreo en Palatio por el papa Pablo VI. En Cracovia se distinguió por su actividad de oposición al régimen comunista. En particular, hizo publicar episodios en su periódico diocesano algunos libros salidos en la época y golpeados por la censura comunista.

En el agosto del 1978, después de la muerte de Pablo VI, participó en el cónclave que hizo la elección de Albino Luciani, que tomó el nombre de Juan Pablo I. Teniendo 65 años, Juan Pablo I era considerado un pontífice joven en comparación a sus predecesores.

Sin embargo el 28 de septiembre del año 1978, después de 33 días de pontificado, el Papa Juan Pablo I murió. Por esta repentina muerte, Karol tuvo que volver al Vaticano para el segundo cónclave.

 

Nombrado como Papa

A las 18:18 del 16 de octubre, después del octavo escrutinio, la chimenea mostró la humareda blanca. Poco menos de media hora después, a las 18:45, el cardenal protodiacono Péricles Felices anunció: «Annuntio vobis gaudium magnum; habemus Papam: Eminentissimum ac Reverendissimum Dominum, Dominum Carolum, Sanctae Romanae Ecclesiae Cardinalem Wojtyla».

Así Karol Wojtyla fue proclamado Juan Pablo II, nombre en recuerdo del anterior Papa.

Pocos minutos más tarde el nuevo papa se presentó a la muchedumbre en la plaza San Pedro, asomándose en el balcón de la Basílica de San Pedro en el Vaticano. En su breve discurso él se definió como «un nuevo obispo de Roma… llamado desde un país lejano«, y superó enseguida las desconfianzas de los italianos, que vieron por primera vez en largo tiempo un pontífice extranjero, diciendo «si me equivoco me corrigen» en italiano, y así provocando el aplauso de los presentes. Al término él impartió la primera bendición Urbes et Faltos que fue transmitida en la televisión de todo el mundo.

Juan Pablo II quiso iniciar su pontificado devolviendo homenaje a los dos patrones de Italia, y así el 5 de noviembre de 1978 visitó Asís, para venerar a San Francisco, y sucesivamente también fue a la basílica de Santa Maria en Roma, para venerar la tumba de santa Catalina de Siena.

Inicio de su pontificado

Sobre la ola del proceso de renovación eclesiástica encaminada por el Concilio Vaticano II, Juan Pablo II dejó de parte la simbología y la ceremonial tradicional, para que su pontificado no parezca a un reinado.

Decidió no usar el pluralis maiestatis, refiriéndose a si mismo como «Yo» en lugar de «Nosotros», y optó por una simple misa de inauguración del ministerio petrino, al sitio de la tradicional ceremonia de coronación papal. Él no apoyaba el poder terreno de los Papas.

Su pontificado estuvo caracterizado por una intensa actividad pastoral que lo ha llevado a cada parte del mundo. Ha obrado por la defensa de la paz, para mejorar las relaciones con las otras religiones, en primer lugar con los anglicanos y ortodoxos.

Con los judíos, ha reconocido oficialmente el Estado de Israel y ha pedido perdón por las faltas y los pecados de los cristianos hacia los «hermanos mayores» en el curso de los siglos.

Escribió dos encíclicas sobre las distorsiones de las doctrinas capitalistas y comunistas: el Laborem Exercens, y el Centesimus Annus.

Los años 80

En el año 1982 elevó el Opus Dei al rango de prelacía personal. En el 1983 promulgó la nueva versión del Código de derecho canónigo, reformando la edición del 1917 que Benedicto XV promulgó. El 2 de diciembre de 1984 confirmó la regla del sacramento de la confesión condenando la práctica de la confesión comunitaria.

Con la constitución apostólica Pastor Bonus del 1988 estableció la organización de la Curia romana y las tareas de los varios ministerios. En el 1989 rechazó las solicitudes de 163 teólogos y teólogas asociadas en el documento llamada Declaración de Colonia en que ellos afirmaron que no sería debida la obediencia a la Santa Sede sobre algunas particulares cuestiones de fe, sobre todo acerca de a los temas del Humanae Vitae, y que sería necesaria una consulta popular por la elección de los obispos.

El atentado contra su vida

El 13 de mayo de 1981 padeció un atentado casi mortal por parte de Mehmet Ali Ağca,un asesino terrorista profesional turco, que le disparó tres veces en la plaza de San Pedro, pocos minutos después de que él entró en la plaza para una audiencia general, golpeándolo en el abdomen. Juan Pablo II fue socorrido y sobrevivió. Después del atentado fue sometido a una intervención de 5 horas y 30 minutos.

Dos años después, en la Navidad del 1983, quiso ir a prisión para encontrar a su atacante para darle su perdón. Los dos hablaron solos por un largo tiempo y su conversación ha quedado privada. El Papa dijo luego del encuentro: «he hablado con él como se habla con un hermano, al que he perdonado y que goza de mi confianza. Lo que hablamos es un secreto entre yo y él.» El terrorista fue sucesivamente condenado a la cadena perpetua por parte de la justicia italiana por el atentado al Jefe de un Estado extranjero. En el año 2000 el presidente de la República italiana Carlo Azeglio Ciampi lo mandó a una cárcel de máxima seguridad en Turquía, país del terrorsita.

Ali Ağca no ha querido nunca revelar de modo claro la verdad y ha cambiado repetidamente la versión sobre la dinámica de la preparación del atentado, a veces sugiriendo haber tenido ayudas desde el interior del Vaticano. Los documentos analizados por la comisión Mitrokhin demostrarían que el atentado fue planeado por la KGB en colaboración con la policía de la Alemania Oriental, y con el apoyo de un grupo terrorista búlgaro en Roma, que se habría dirigido a un grupo turco de extrema derecha a su vez, los Lobos grises. Una relación de minoría de la misma comisión negó esta tesis; sin embargo, otros documentos descubiertos en los archivos soviéticos y hechos públicos en el marzo de 2005 defienden la tesis que el atentado haya sido encargado por la unión Soviética.

Las motivaciones que habrían llevado USSR a preparar el atentado no han sido aclaradas; probablemente, la unión Soviética temió la influencia que un Papa polaco pudo haber tenido sobre la estabilidad de sus Países satélite de la Europa Oriental, de especial modo Polonia.

Todas estas informaciones deben ser consideradas al criterio de hipótesis, porque no han sido comprobadas las circunstancias y las motivaciones del atentado. Un documento de la Congregación por la Doctrina de la Fe analiza el atentado, poniéndolo en relación con el último de los Secretos de la Virgen de Fátima. El atentado ha ocurrido en el día de la solemnidad de la primera aparición de la Virgen a los pastorcillos de Fátima, y San Juan Pablo II, estaba convencido que hubiera sido la mano de la Virgen la que ayudo a desviar aquel disparo para salvarle la vida, entonces quiso que el casquillo del proyectil fuera encastrado en la corona de la estatua de la Virgen a Fátima.

Otra tentativa de asesinato contra Juan Pablo II ocurrió el 12 de mayo de 1982 en Fátima: un hombre logró golpear al papa con una bayoneta, antes de ser parado por el personal de seguridad. El hombre, un sacerdote español llamado Juan María Fernández y Krohn, se oponía a las reformas del Concilio Vaticano II y definió al papa como un «agente de Moscú.» Fue condenado a seis años de prisión y, por lo tanto, expulsado de Portugal.

El año santo del 1983 y el comienzo de la JMJ

Entre los años 1983-1984 convocó el Jubileo Extraordinario de la Redención, en el 1950º aniversario de la fecha convencional de la muerte y resurrección de Cristo. En calendario convocó citas en el Jubileo de los Jóvenes que tuvo su cumbre el 15 de abril de 1984, domingo de Ramos: aquel día 300.000 jóvenes agolparon plaza San Pedro, cifra decididamente insólita por la época.

Aprovechando la concomitancia con el año internacional de la Juventud convocado por la ONU, el Papa quedó con los jóvenes para el año siguiente: para iniciar la Jornada de la juventud con el primer encuentro JMJ en Roma, el 31 de marzo de 1985.

Fue muy decidido en seguir organizando este tipo de acontecimientos cada dos años en una ciudad del mundo elegida por el papa: las primeras jornadas fueron en Buenos Aires y Santiago de Compostela. Con el pasar de los años las «JMJ» se volvieron encuentros de importancia siempre mayor, por el gran número de participantes. En particular la JMJ del 1995, desarrollada en Manila a la presencia de cuatro o cinco millones de personas, es considerado el evento humano más grande de la historia.

Años 90 y 2000

El 15 de agosto de 1990 en la constitución apostólica Ex corde ecclesiae estableció algunas reglas para las Universidades católicas, entre cuyo requisito para los docentes de la aprobación del propio obispo. El 27 de abril 1991 el papa Juan Pablo II, en Basilicata visitó, fracción del ayuntamiento de Pisticci, dónde coronó la estatua de Santa Maria la Salud, guardada en la homónima Abadía. El 22 de octubre de 1993 confirmó la regla del celibato eclesiástico en la Iglesia latina, afirmando que «necesita atrevimiento, nunca redoblar»

En el mismo año visitó Sicilia, en un período señalado por los trágicos hechos de los delitos mafiosos.

El 30 de abril del 2000 canonizó a Santa María Faustina Kowalska e instituyó la Fiesta de la Divina Misericordia. El 17 de agosto de 2002, confió al mundo a la Divina Misericordia en el santuario de la Divina Misericordia de Cracovia.

El pontífice defendió repetidamente la dignidad del hombre y el derecho a la vida como fundamento de todas las posiciones asumidas en el tema de la moral. Cada individuo es «único e irrepetible» y cada persona está hecha a «imagen y semejanza de Dios» por eso tiene una dignidad que no es adquirida con méritos, pero es dada desde el nacimiento. El carácter recto según santo Tomás desciende del derecho divino, de un deseo del creador que ha impuesto tales leyes a la naturaleza creada. La vida es un derecho en cuanto regalo de Dios, y es Dios quien puede darla y sacarla. El derecho a la vida es para el pontífice el fundamento de cada derecho: de la persona, de la existencia de una justicia y un sistema de derechos.

 

Sus problemas de salud

Siendo el papa más joven elegido de los tiempos desde papa Pio IX, Juan Pablo II inició su pontificado en óptima salud. Fue un hombre relativamente joven que, de otra manera de sus predecesores, hizo habitualmente excursiones, nadó y esquió. Sin embargo, después de más de quince años  de papado, un atentado y un gran número de traumas físicos, su salud empezó a declinar. En el verano del 1992 le fue removido un tumor benigno al colon, en el 1993 se dislocó un hombro resbalando al final de una audiencia y en el 1994 se rompió el fémur derecho a causa de una caída en el baño de su piso privado.

Fue sometido por lo tanto a una intervención en la cadera, la que le permitió de volver a caminar con el uso del bastón. En el curso de la bendición navideña del 1995 fue obligado a interrumpir su discurso por un soponcio. En ese entonces la prensa habló antes de una reincidencia del tumor extirpado tres años antes, pero se supo después sólo que, como confirmado por su médico personal, el doctor Renato Buzzonetti se trató de un ataque de apendicitis aguda, que fue curado eficazmente por una terapia médica hasta la intervención programada de apendicectomía a la que el papa fue sometido en el octubre del 1996.

El papa también se enfermó de Parkinsón. Los primeros síntomas, según el doctor Buzzonetti en una entrevista dijo que apareció al final del 1991 con un leve tremor en la mano izquierda, progresando en el tiempo y haciendo cada vez más dificultosos los movimientos y la pronunciación de las palabras al hablar. Con el avanzar de la edad también aparecieron problemas osteoarticulares, una artrosis aguda a la rodilla derecha, que, a partir del 2002, hizo cada vez más dificultoso para el papa el caminar y el estar de pie largo tiempo. Fue obligado por esto a utilizar una silla de ruedas.

A pesar de estos malestares, siguió girando el mundo. Dijo de aceptar la voluntad de Dios que lo hizo papa y así quedó determinado a mantener el cargo hasta la muerte, o hasta que no se encontrase bien puesto mentalmente de manera irreversible. Los que lo han conocido dicen que, aunque estaba mal físicamente, siempre estuvo perfectamente lúcido.

Su muerte

El 1º de febrero de 2005 fue hospitalizado en el policlínico Agostino Géminis de Roma hasta el 10 de febrero. El 27 de marzo, día de Pascua, apareció en la ventana sobre plaza San Pedro por poco tiempo. El cardenal Ángel Sodano leyó el mensaje Urbes et Faltos cuando el Papa bendijo la muchedumbre con su mano. Intentó hablar, pero no lo logró.

El 30 de marzo, miércoles, el Papa apareció nuevamente en la ventana por poco tiempo. Inútilmente intentó hablar, pero en lugar de decir palabras sólo emitió una prolongada respiración. Fue la última vez que se mostró en público antes de morir. Murió un sábado 2 de abril de 2005 a la edad de 84 años a los 21:37 horas, la noche antes del domingo de la Divina Misericordia, después de dos días del empeoramiento de su estado de salud a causa de una infección del aparato urinario. El anuncio de la muerte fue dado por el portavoz vaticano Joaquín Navarro-Valls. Un «amén» habría sido la última palabra pronunciada por el pontífice.

Los funerales tuvieron lugar seis días después, un viernes 8 de abril de 2005, celebrado por el cardenal Joseph Ratzinger en la plaza San Pedro, con la participación de un gran número de jefes de estado y gobierno (más que 200 delegaciones oficiales) además de los representantes de todas las religiones. Muchos aplausos y gritos diciendo «Santo ahora» acompañaron la homilía del cardinal Ratzinger.

San Juan Pablo II fue en fin enterrado en las Grutas Vaticanas, bajo la basílica. El ataúd fue bajado en una tumba creada en el mismo nicho anteriormente ocupado por los restos del papa Juan XXIII. El lugar estuvo vacío desde cuando los restos de papa Juan fueron desplazados al cuerpo principal de la basílica después de su beatificación.

Se ha estimado que el ritual haya sido seguido directamente por más de alrededor de 250.000 a 300.000 personas que llenaron la plaza y la calle de la Conciliación. La grandeza del acontecimiento del ritual fúnebre fue transmitido en directa en todo el mundo alcanzando un altísimo raiting.

El movimiento  de los peregrinos en Roma en los días anteriores al funeral fue particularmente intenso y han sido estimados entre los 2 y los 5 millones de presencias.

 

Beatificación 

El 28 de abril siguiente a su muerte, el nuevo papa en ese entonces, Benedicto XVI concedió el tiempo de cinco años de espera después de la muerte, para abrir la causa de beatificación y canonización de Juan Pablo II. La causa fue abierta oficialmente el 28 de junio de 2005 por el cardenal Camillo Ruini, vicario general por la diócesis de Roma.

El 2 de abril de 2007 a dos años de la muerte, en la basílica de San Juan en Roma, el cardenal Camillo Ruini declaró concluida la primera fase diocesana del proceso de beatificación de Juan Pablo II, entregando los resultados a la Congregación por las Causas de los Santos.

Al 1º de abril de 2009 llegaron señales de presuntos milagros a la Congregación por las Causas de los Santos fueron 251. El 19 de diciembre de 2009 por sus virtudes heroicas, fue proclamado venerable.

El 14 de enero 2011, el papa emérito Benedicto XVI promulgó el decreto que atribuye un milagro a la intercesión de Juan Pablo II. Se trata de la curación del morbo de Parkinsón, el mismo de que sufrió el papa polaco, de la religiosa francesa sor Marie Simón-Pierre, de las Pequeñas Monjas de las Maternidades Católicas, nacida en el 1961. La enfermedad le fue diagnosticada en el 2001. Según el testimonio de la religiosa, la curación por intercesión del pontífice ocurrió en la tarde del 2 de junio de 2005, cuando tenía 44 años.

La ceremonia de beatificación tuvo lugar en plaza San Pedro el 1º de mayo de 2011 (domingo de la Divina Misericordia) y fue presidida por el su papa sucesor, Benedicto XVI. A la ceremonia estuvieron presentes cerca de un millón y medio de fieles, procedentes de todo el mundo, entre ellos muchos polacos. Cerca de 90 delegaciones internacionales estuvieron presenciado la ceremonia.

 

Canonización 

San Juan Pablo II fue canonizado, junto a San Juan XXIII, por el papa Francisco, con la participación del papa emérito Benedicto XVI, el 27 de abril de 2014, en fiesta de la Divina Misericordia.

A la ceremonia participaron más que un millón de fieles, la mayor parte polacos, mientras se estimaron unas dos mil millones las personas siguieron el acontecimiento, transmitido por la televisión.

La Iglesia considera milagrosa la curación de Floribeth Mora Díaz, nacida el 19 de junio de 1963 en San José, Costa Rica. La mañana del 8 de abril de 2011 la mujer se despertó con un fuerte dolor de cabeza, y fue sometida a una angiografía, que reveló la rotura de un aneurisma cerebral con consiguiente hemorragia subaracnoidea, no operable en las estructuras de los médicos locales.

Llegó a su casa sin esperanzas de curarse, el 1º de mayo, mientras seguía en televisión la ceremonia de beatificación de Juan Pablo II, iniciada a las 10, cuando en Costa Rica eran las 2 AM, y le pidió de interceda por su curación, y después de haber asistido toda la transmisión, se durmió. La mañana siguiente, después del despertar, refirió de haber oído interiormente la voz del papa, que la invitó a levantarse de la cama: cuando lo hizo ya no sentía ninguna molestia, y después de hacerse dos resonancias magnéticas, el 11 de noviembre de 2011 y el 16 de mayo de 2012, confirmaron la desaparición del aneurisma.

Oraciones del Triduo:

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