Novena a San Cayetano de Thiene
Oraciones para cada día de la novena
Sacerdote y Fundador
Martirologio Romano: San Cayetano de Thiene, presbítero, que en Nápoles, en la región de la Campania, se entregó piadosamente a obras de caridad, especialmente a favor de los aquejados de enfermedades incurables, promovió cofradías para formar religiosamente a los laicos e instituyó los Clérigos Regulares, para la reforma de la Iglesia, enseñando a sus discípulos a seguir la primitiva manera de vida apostólica († 1547).
Etimología: Cayetano significa «alegre». Viene de la lengua latina.
Su padre fueron el Conde Gaspar de Thiene y María di Porto. El padre murió cuando los dos hermanos eran muy pequeños. Su piadosa madre dio a sus hijos un admirable ejemplo de piedad.
Estudió 4 años en la Universidad de Padua, donde se distinguió en la teología, y se doctoró en derecho civil y canónico, en 1504. Fue nombrado senador en Vicenza. Estaba, sin embargo, decidido a seguir los estudios sacerdotales.
Se trasladó a Roma en 1506. Decía que Dios le llamaba a realizar una gran obra. Al poco tiempo fue nombrado secretario privado del Papa Julio II, a quien ayudaba a escribir las cartas apostólicas. Conoció de cerca a cardenales y prelados.
El Papa muere en 1513, y Cayetano decide no continuar en el cargo. Se había preparado durante 3 años para ser sacerdote, y fue ordenado en 1516, a los 36 años. Celebra su primera misa y queda sobrecogido por el don del que no se considera digno.
Funda en Roma la «Cofradía del Amor Divino». Tuvo su primera experiencia pastoral en la parroquia de Santa María de Malo, cerca de Vicenza; luego se dedicó a cuidar los santuarios esparcidos por el monte Soratte.
Ingresó en el oratorio de San Jerónimo, que tenía los mismos fines que la cofradía del Amor Divino, pero incluía a laicos pobres. Sus amigos se molestaron mucho por eso, porque consideraban que aquello era indigno para un hombre de gran alcurnia como él. A Cayetano no le importó. Ayudaba y servía personalmente a los pobres y enfermos de la ciudad y atendía a los pacientes de las enfermedades repugnantes.
Cayetano se preocupaba mucho por el bien espiritual de su congregación. Solía decir: «En el oratorio rendimos a Dios el homenaje de la adoración, en el hospital le encontramos personalmente».
Fundó otro oratorio en Verona. Se trasladó a Venecia en 1520, siguiendo el consejo de su confesor, Juan Bautista de Crema, un dominico santo y prudente. Se alojó en el hospital de la ciudad, y siguió la misma forma de vida. Se le consideraba fundador principal del hospital, por todos los regalos que hizo.
La Eucaristía
Implantó la bendición con el Santísimo Sacramento y promovió la comunión frecuente, durante los 3 años que vivió en Venecia. Escribió: «No estaré satisfecho sino hasta que vea a los cristianos acercarse al Banquete Celestial con sencillez de niños hambrientos y gozosos, y no llenos de miedo y falsa vergüenza».
La cristiandad pasaba por un periodo de crisis por la corrupción que debilitaba a la Iglesia. Cayetano era uno de los que más imploraban la verdadera reforma de vida y de costumbres dentro de la Iglesia. Repetía a menudo: «Cristo espera, ninguno se mueve».
Fundador
San Cayetano regresó a Roma para hablar de la reforma con los miembros de la Cofradía del Amor Divino en 1523, en compañía del obispo de Teato, Giampietro Carafa, y de Pablo Consiglieri. No solo predicó la reforma, sino la llevó a cabo fundando con sus tres compañeros una orden de Clérigos Regulares que tomasen como modelo la vida de los Apóstoles. La llamaron «Ordo Regularium Theatinorum» o Congregación de los Teatinos (el nombre de padres teatinos viene del episcopado de «Teate Marrucinorum«), y tenía como finalidad principal la renovación del clero.
Clemente VII aprobó la fundación el 14 de septiembre de 1524. Cayetano renuncia a todos sus bienes y Carafa, su compañero, a los 2 episcopados de Brindis y de Chieti.
Los 4 primeros miembros visten sus hábitos religiosos y hacen los votos en San Pedro, ante un delegado pontificio. Carafa es nombrado superior general de la orden. Aparte de la renovación del clero, sus otros objetivos eran la predicación de la sana doctrina, el cuidado de los enfermos y la restauración del uso frecuente de los Sacramentos.
Los seguidores no eran muchos. A los 4 años, en 1527, cuando la orden tenía 12 miembros, el ejercito saqueó la ciudad. La casa fue destruida y ellos escaparon a Venecia. En 1530 San Cayetano sucede a Carafa en el cargo de superior. Por su humildad, lo hace con renuencia.
Trabaja enérgicamente por la reforma del clero. En 1533, Carafa fue elegido superior general por segunda vez. Cayetano es enviado a Verona, donde recibe oposición a sus reformas.
Viaja a Nápoles para fundar una casa de su orden. Recibe una casa donada por el conde de Oppido y rechaza otros terrenos. El conde alega que los napolitanos no eran tan ricos y generosos como los venecianos a los que San Cayetano le responde: «Tal vez tengáis razón, pero Dios es el mismo en ambas ciudades. Dios está en Nápoles como en Venecia«.
Se quedó en Nápoles donde había más trabajo. La ciudad mejoró notablemente gracias a las prédicas y el trabajo apostólico del santo, que en ocasiones tuvo que enfrentarse con laicos y religiosos que predicaban el calvinismo, el luteranismo y otras sectas.
Fundó con el Beato Juan Marinoni los «Montes de Piedad» para liberar de la miseria a los pobres y marginados, por lo que es conocido como Santo de la Providencia, Patrono del pan y del trabajo. Esta obra fue aprobada poco antes del Concilio de Letrán. En sus últimos años de vida abrió hospicios para ancianos y fundó hospitales.
Cae enfermo en el verano de 1547. Los médicos le aconsejan poner un colchón sobre su cama de tablas, el respondió: «Mi salvador murió en la cruz; dejadme pues, morir también sobre un madero«.
Murió en Nápoles a la edad de 77 años, el domingo 7 de agosto de 1547.
Ocho años después de su muerte, el teatino Carafa fue elegido Papa, con el nombre Pablo IV, un auténtico reformador, aunque su pontificado fue muy impopular.
Cayetano fue canonizado en 1671 después que la comisión encargada terminara de examinar rigurosamente los numerosos milagros.
ORACIÓN
Glorioso San Cayetano,
aclamado por todos los pueblos, padre de providencia porque socorres con grandes milagros
a cuantos te invocan en sus necesidades, acudo a tu altar, suplicando que presentes al Señor los deseos que confiadamente deposito en tus manos: (Aquí se expresan las gracias que se desea obtener)
Haz que estas gracias, que ahora te pido me ayuden a buscar siempre el Reino de Dios y su Justicia, sabiendo que Dios, que viste de hermosura las flores del campo y alimenta con largueza las aves del cielo, me dará las demás cosas por añadidura.
Amén.
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